Algo tan simple como comprar una sartén, es una tarea mucho más complicada de lo que parece.
Hay muchas características que parece imposible encontrarlas en la misma sartén:
- Que no se pegue la comida, parece que choca con que sea sana (revestimientos antiadherentes)
- Si es de calidad y no se deforma fácilmente, parece imposible encontrar una sartén que sea ligera.
- Cuando buscas una sartén barata, terminas por pagar más de lo que habías pensado ante la poca duración de la sartén.
- Compras una marca europea y resulta que está fabricada en China.

Hay sartenes que a simple vista no parecen perfectas. Sin embargo, después de unos días, lo que parecía una compra inteligente, se convierte en una gran decepción para tu cocina.
En este artículo vas a descubrir las 5 características clave de una sartén, y de todo aquello que te permitirá disfrutar del mejor menaje para tu cocina.
Ventajas de las mejores sartenes
- Distribuyen mejor el calor y las recetas salen más ricas
- Ahorras energía porque se calientan más rápido
- Duran más tiempo. Se amortizan con el tiempo
- Son más saludables. No desprenden sustancias tóxicas
- No se abomban porque son más gruesas y resistentes al calor
- Son más seguras porque el mango no se rompe ni se afloja
Primera clave: el fondo de la sartén (la base difusora)

Igual que en un coche son importantes las ruedas porque entran en contacto con el suelo, igual ocurre con una sartén.
El calor del fogón, sea el tipo de cocina el que sea, le va a costar más o menos tiempo llegar a la comida en función de lo bien que conduzca el calor la base.
Lo puedes comprobar fácilmente colocando 2 sartenes en 2 fuegos iguales. En la sartén que tenga una base que conduzca mejor el calor, la comida va a empezar a cocinarse mucho antes que en la otra.
Puede suponer un ahorro de tiempo y energía nada despreciable, y más teniendo en cuenta que la diferencia de precio no es tanta, ya que parte del ahorro lo vas a terminar pagando en el recibo de la luz.
En cocinas de inducción, la base es aún más importante
Si tienes cocinas de inducción, la base debe ser compatible con ese tipo de cocina. Aquí, las sartenes de hierro o acero inoxidable le ganan la partida a las de aluminio. Estas últimas, deben tener una base que responda bien e la inducción. No sólo que caliente, sino que lo haga con rapidez.
Segunda clave: el grosor de la sartén

Puede ser muy tentador comprar una sartén muy ligera. Sin embargo, puedes llevarte la sorpresa de que se deforma con el calor.
Si cuando pones un poco de aceite, este se vuelca hacia un lado, la causa puede haber sido que la sartén se ha abombado.
Suele ocurrir con las sartenes de aluminio prensado o estampado. Se fabrican con una fina capa de aluminio a la que se le da forma en una prensa. Es un procedimiento industrial mecánico, donde no interviene el calor.
Un escalafón superior está en las sartenes de aluminio forjado. En este caso, las sartenes se someten no sólo a la fuerza mecánica de la prensa, sino al calor. Esto permite moldear láminas más gruesas de aluminio.
Sin duda, dentro del aluminio, las mejores son las de aluminio fundido. Primero se derrite el metal, para luego verterlo en un molde con forma de sartén. Al enfriarse, la sartén se vuelve casi indeformable, y más cuanto más gruesa sea la lámina.
Las sartenes de hiero fundido o las de acero inoxidable suelen ser muy consistentes y no se suelen deformar fácilmente con el calor.
Tercera clave: el revestimiento antiadherente

¿Teflón, cerámica, titanio? ¿Sartén sin recubrimiento antiadherente (hierro o acero inoxidable)?
Para la mayoría, una sartén con recubrimiento antiadherente es la mejor solución. No se pegan, se limpian fácilmente y son ideales para cocinar con poco aceite una dieta saludable.
Sin embargo, el mundo de los revestimientos antiadherentes es muy amplio y confuso.
Si te vas a lo más barato, es posible que tengas que tirar la sartén en unos meses, semanas o incluso días.
El Teflón ha tenido sus días de gloria. Fuél recubrimiento de moda. Cuando hace décadas no existían sartenes antiadherentes, fue un gran invento.
Posteriormente pasó a ser un material a evitar porque en su proceso de fabricación entraba el PFOA que contaminaba el medio ambiente.
Actualmente, el PTFE (que es otra forma de llamar al Teflon), está presente en la mayoría de las sartenes. Si quieres saber por qué, no te pierdas la guía para comprar una sartén antiadherente.
Cuarta clave: el mango

No hay nada peor a que se afloje el tornillo que une el mango con la sartén. tener que estar apretando un tornillo cada dos por tres es una pérdida de tiempo.
Si la sartén no es de calidad, puede aparecer holgura en el mango, ya que el calor termina por deformarlo en la parte que se une a la sartén.
Hay sartenes que tienen el mango extraíble para poder meterlas al horno (según modelo), y sobre todo, para que guardarlas sea más fácil.
El mago puede ser de distintos materiales: baquelita, acero inoxidable o de hierro.
El sistema de anclaje a la sartén puede ser con uno o dos tornillo o con remaches. Sea cual sea el sistema, suele ir acorde a la calidad de la sartén.
Quinta clave: la marca

¿Qué marcas de sartenes son las mejores?.
Hay marcas de toda la vida que ya no son lo que eran. Conservan el nombre y no tanto la calidad y prestigio que se ganaron a pulso durante décadas.
Otras marcas, ya no fabrican en Europa. Les sale más rentable hacerlo en China. En cambio, logran sartenes con muy buena relación calidad precio.
En la cúspide de la pirámide, hay varias marcas alemanas que destacan por su calidad (Skk, Woll, WMF, Fissler, Zwilling).
Kuhn Rikon (Suiza) es otra buena marca de sartenes de calidad; Le Creuset (Francia) también se caracteriza por unos niveles de calidad muy altos.
La marca francesa Tefal, destaca por una gran relación calidad precio y por ser una de las marcas más vendidas, como Monix, Bra, Castey, o Metaltex.
Hay muchas otras marcas en el mercado. La clave es elegir un modelo que se adapte al tipo de cocina y uso que se vaya a hacer de la sartén.
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