A la hora de hacer un pan en tu panificadora, debes saber que los ingredientes son la parte fundamental. No solo es importante el ingrediente en sí (que sea fresco y de buena calidad), sino que también influyen el orden en que se añadan y la cantidad exacta de cada ingrediente. Te recomiendo estos 6 consejos básicos para hacer pan en panificadora.
Aunque la panificadora puede parecer algo mágico que consigue hacer buenos panes por sí solo y aunque encuentres recetas muy logradas, siempre vas a necesitar saber cómo influyen los distintos ingredientes que emplees para hacer el pan.
Muchas recetas no salen bien porque hemos cometido algún error ala hora de añadir algún ingrediente.
Cuando levantas la tapa de la máquina y ves el desastre que ha ocurrido, empiezas a preguntarte qué es lo que ha podido fallar. te voy a dar algunas pistas para que tengas más fácil determinar lo que ha fallado.
Los ingredientes
Muchas recetas llevan algún tipo de grasa: mantequilla, aceite de oliva o cualquier otro tipo de grasa, ¿Cómo influyen estas grasas en tu pan? Veamos:
La grasa hace que el pan tenga una textura más esponjosa y mejora el sabor. Por otra parte, la grasa hace que el pan suba más lentamente. Incluso, si entra en contacto con la levadura puede hacer que esta pierda gran parte de su efectividad (impide que la levadura se hidrate convenientemente) y el pan suba muy poco.
Si añades mantequilla, es mejor que esté a temperatura ambiente (no hay que calentarla) y procura cortarla en pequeñas porciones para que se distribuya de manera uniforme entre el resto de los ingredientes.
Si utilizas huevos, la miga será más esponjosa y tendrá un mejor color. El huevo debes tratarlo como si fuera un ingrediente (en parte) líquido.
Si estás haciendo una receta que contiene huevos, debes tener en cuenta el tamaño de los huevos y compensar añadiendo harina si los huevos son muy grandes, o quitando harina si los huevos son muy pequeños.
La leche es otro de los ingredientes habitual de muchas recetas en panificadora. Contribuye a que la miga sea más esponjosa. Puedes utilizar leche en polvo o leche fresca, teniendo la precaución de ajustarnos al volumen de líquido que señale la receta.
El agua hace que la levadura se hidrate y se active. No uses agua caliente ya que eso afectaría a la levadura. Puedes sustituirla por leche.
La harina es el elemento fundamental. Existen de tantos tipos y calidades que lo mejor es acostumbrarse a una determinada marca que sepamos cómo se comporta. Unas harinas absorben más agua que otras y dan como resultado panes muy distintos. Utiliza harina de fuerza si quieres hacer un buen pan. Para los bizcochos puedes usar otros tipos de harinas más «flojas».
Si haces pan integral verás que la masa sube menos y que el pan resulta más denso. Hay personas que mezclan harina integral y harina de fuerza para conseguir el punto exacto de miga que les gusta.
El azúcar hace que la corteza tenga un color más dorado y mejora el sabor del pan.
La sal hace que el pan esté más sabroso; sin embargo, afecta a la formación de la miga y no suelen ser buenos los extremos. Demasiada sal puede hacer que la levadura tenga poca efectividad (sobre todo si ha entrado en contacto con ella) y muy poca sal hace que la masa suba demasiado rápido y se te abra.
La levadura la puedes usar de varios tipos: fresca o seca y granulada. La intensidad del efecto de la levadura varía a medida que pasa el tiempo. Si usas levadura fresca, te puede salir un pan muy bueno y al tratar de repetir la receta a la semana siguiente te puedes encontrar con que el pan no te sale igual. Esto suele ocurrir cuando la levadura está próxima a su fecha de caducidad.
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