La oferta de máquinas de hacer pan es muy amplia. Dentro de un mismo rango de precios puedes encontrar los suficientes modelos como para llegar a confundirte. Aparentemente todas tienen características similares; sin embargo, no siempre son tan parecidas como podría parecer.
Lo primero que debes preguntarte es para qué quieres la panificadora; puede que solo busque unos momentos de diversión y entretenerte haciendo unos cuantos panes; o puede que quieras la panificadora para hacer pan sin gluten o para seguir un régimen dietético en el que el pan integral va a tener un cierto protagonismo.
Sea cual sea el caso, busca la que satisfaga tus necesidades y se adapte a tu presupuesto.
Lo que debe tener una buena panificadora
Que haga buen pan.
Aunque te pueda parecer un requisito tonto, si lo piensas, no lo es tanto. Ten en cuenta que no todas las máquinas hacen el pan de la misma forma. Las hay con ventilador interno que distribuyen el aire de manera más homogénea, logrando así que el pan se cueca mejor. Otras disponen de un mecanismo de calor que permite que la barra de pan quede perfectamente tostada por la parte superior, por citar algunos casos.
Que tenga al menos 1 año de garantía.
Todo lo que esté por debajo de un año te demuestra la poca confianza que tiene el fabricante en su propio aparato.
Que tenga un manual completo.
No des por hecho que son máquinas fáciles de usar y que no vas a necesitar el manual. Además, debe contener un libro de recetas con el que puedas empezar con buen pié a usar tu máquina. Hasta que estés completamente familiarizado con la panificadora y con el procedimiento para hacer pan con este tipo de aparatos, debes seguir al pie de la letra las instrucciones que te aporte el manual.
Muchas recetas están calibradas por expertos y funcionan a la perfección cuando se usan los ingredientes (en el orden indicado) y las cantidades señaladas en la receta. Te ahorrarás muchos dolores de cabeza tratando de descubrir lo que no funciona.
Es necesario que te especifiquen los diferentes programas (y su duración) y que te quede claro cuándo se puede usar cada programa.
Que tenga un aspecto sólido.
Algunas panificadoras parecen de juguete, su carcasa de plástico queda muy por detrás frente a aquellas otras que están acabadas en acero inoxidable. Lógicamente, suele haber diferencia en el precio.
Que no sea ruidosa
Te sorprendería lo ruidosas que pueden resultar algunas de estas máquinas. Entre los pitidos que te indican que un programa ha terminado o el ruido de las palas de amasar al mezclar los ingredientes, pueden resultar ciertamente insoportables. Una buena panificadora hace el ruido justo y en ningún caso resulta molesta.
Panel de control fácil e intuitivo
Comprueba que la pantalla LCD en la que suelen aparecer números y otros indicadores relativos al programa, se vea sin necesidad de esforzarse. Algunas panificadoras se ven muy mal y pueden hacer que hasta te confundas de programa.
El panel de control (los botones) deben ser intuitivos a la hora de manejarlos y claros. Una panificadora no necesita demasiados botones para cumplir con su cometido.
El problema es que nos podemos encontrar que los botones están en inglés, en alemán o en italiano, aunque esto no suele ser un gran problema ya que sin darte cuenta sabrás lo que significa cada uno.
Que tenga los programas de amasado y de pan básico
Estos programas son en realidad son los que necesitas para hacer pan. El resto de programas debes preocuparte por ellos si los piensas utilizar.
Lo que te debes preguntar antes de comprarla
¿Cuánto pan necesitas?
Si vives solo no es lo mismo que si sois 5 personas en casa. El tamaño normal de cada barra ronda el kilo que para una persona que viva sola es más que pan suficiente para casi una semana.
Ten en cuenta que aunque muchas panificadoras anuncian que son capaces de hacer panes más grandes, en realidad, su rendimiento óptimo recomienda que sean un poco más pequeñas.
¿Te importa la forma del pan?
Hay muchas panificadoras que fabrican la barra en sentido vertical que no es como el pan de molde que conocemos (que es horizontal). Las que lo fabrican en sentido vertical suelen ser más pequeñas y económicas.
¿Te importa que tenga ventanilla superior?
Si te gusta mirar por la ventanilla y ver cómo se amasa y cómo se va haciendo el pan no elijas una de las pocas que no tienen ventanilla (hoy día la mayoría incorporan ventanilla). En realidad la ventanilla no es esencial.
¿Vas a usar el temporizador?
El temporizador permite que añadas los ingredientes y programes cuándo la máquina debe iniciar el proceso de fabricar pan. Si te gusta levantarte por las mañanas oliendo a pan recién hecho, debes cuidar de que la panificadora tenga esta característica.
¿Que tipo de pan vas a hacer?
Es muy bonito ver que el panel de control está lleno de botones para programar diferentes ciclos pero, ¿para qué los quieres si no los vas a usar nunca? No pagues por cosas que en realidad no te hacen falta.
¿Cuántas palas de amasar prefieres?
Las panificadoras tiene 1 o 2 palas de amasar. la ventaja de que tenga una sola pala es que son más económicas y hacen bien la mezcla de los ingredientes. Las que tienen dos palas son más caras y mezclan y amasan mejor.
¿Vas a hacer pan con pasas o nueces?
Si la respuesta es afirmativa, cerciórate de que la panificadora tenga una señal de aviso que te indique cuando debes añadir los ingredientes.
¿Necesitas hacer pan rápido?
Un ciclo de pan básico puede durar unas 3 horas. No siempre estás dispuesto a esperar durante tanto tiempo. Hay programas rápidos que te acortan la duración del ciclo normal (en torno a 1 hora); sin embargo el pan sale más plano y compacto que con un programa normal.
Conclusión
Comprar una panificadora es una inversión que puedes amortizar en muy poco tiempo. Con el dinero que te vas ahorrando día a día su compra está más que justificada (sin entrar a hablar sobre la calidad del pan).
Además el coste de los ingredientes básicos es muy bajo (agua, harina, sal o levadura) y hacer pan es muy divertido. Compruébalo tú mismo!
Nos compramos una máquina Cuisinart CBK100 necesitamos conseguir el manual en español, como lo podemos lograr.