Ampollas, hongos, uñas encarnadas, heridas o esguinces son algunos de los problemas provocados por comprar una bota de senderismo equivocada. La diferencia entre disfrutar a tope en la montaña, o estar deseando que la jornada acabe, puede estar en el tipo de calzado que lleves puesto. Comprar una bota de montaña no es fácil. A las diferentes situaciones y terrenos, hay que unir tus preferencias y características personales.
No es lo mismo una bota para el verano que para el invierno. Tampoco da igual si vas a usar la bota para practicar senderismo por terrenos fáciles que si vas a subir a la alta montaña con nieve o hielo. Hay botas que se pueden usar durante varios días de trekking, mientras que otras sólo te resultarán cómodas para un paseo corto por terrenos fáciles.
Comprar la bota de montaña adecuada implica dos cosas:
- Que la bota se adapte a ti, y no tu a ella – no sólo debe resultar cómoda y que no te haga rozaduras o te comprima el pie, sino asequible a tu bolsillo.
- Que la bota se adapte a la actividad que vas a practicar – La mejor bota para la alta montaña puede ser un martirio en una pista forestal. Y una cómoda zapatilla de trekking te hará ver las estrellas en una pedrera complicada.
Para que tu próximo par de botas te sirvan par llegar donde quieres y no sean un impedimento, toma nota de los errores más habituales al comprar unas botas de trekking, senderismo o montaña.
Contenidos
- 1 Elegir la talla equivocada de la bota de montaña
- 2 Elegir una horma demasiado estrecha o demasiado amplia para tu pie
- 3 Comprar una bota demasiado rígida (o demasiado blanda)
- 4 Equivocarte al elegir la altura de la caña de la bota de montaña
- 5 Bota de montaña muy pesada
- 6 La bota no transpira lo suficiente
- 7 La bota se cala
- 8 La bota resbala fácilmente: la importancia de una buena suela
- 9 La bota se rompe con facilidad ¿cómo distinguir una bota de calidad?
- 10 El precio de la bota: lo barato sale caro
Elegir la talla equivocada de la bota de montaña
Un cosa es equivocarte en la talla (pedir un número que no es el tuyo) y otra es comprar una talla equivocada (pensar que el número sí es el tuyo). El primer caso es fácil de resolver, simplemente las cambias por el número que necesites.
En cambio, el verdadero problema es comprar una talla que te resulta aparentemente cómoda y que con el tiempo y el uso te das cuenta de que no es la que necesitas. Este es un error muy frecuente y que te impide devolver la bota pues ya la has usado varias veces.
Una bota de senderismo no es lo mismo que una zapatilla de deporte.
En la montaña, el terreno es más complicado, hay que subir y bajar pendientes que te obligan a realizar fuertes apoyos, algunos de los cuales te obligan a descargar el peso sobre la puntera. Esto suele provocar que los dedos de los pies choquen con la puntera y te los dañen, sobre todo las uñas, siendo fácil que se pongan negras y acaben por caerse.
Las zapatillas de correr, suelen ser mucho más blandas que una bota de montaña, y si hay mucha fricción, suelen romperse antes que dañar los pies. En cambio, una bota de montaña suele ser más robusta, especialmente la puntera. Lo mismo que puede servirte de protección, puede ser tu mayor enemigo si no elijes la talla de bota adecuada.
¿Cómo saber cuál es mi talla de bota de senderismo?
En el momento de probarte la bota, debes seguir unas pautas muy sencillas que te van a ayudar a elegir la talla. Son las siguientes:
- Ponte los mismos calcetines que vas a usar con las botas – no es lo mismo un calcetín fino de verano que uno más grueso de invierno. La diferencia en volumen puede ser clave para pasar de la comodidad a la incomodidad.
- Pruébate la bota de montaña después de caminar un buen rato – A medida que transcurre el día, el pie tiende a aumentar de volumen, y se va hinchando, lo que puede originar que necesites una talla más que si te la pruebas en frío.
- Lleva las uñas arregladas – las uñas pueden distorsionar tu verdadera talla. si tienes las uñas demasiado largas puedes sentir molestias que desaparecerán cuando las cortes. Tan malo es que la bota te apriete como que quede demasiado holgada.
¿Cómo de ajustada debe quedar la bota?
La bota debe dejar espacio es la puntera para que los dedos no choquen con la puntera, aunque tampoco hay que pasarse porque el pie quedaría demasiado suelto. Prueba a meter el pie en la bota y sin atarlas, presiona hasta el fondo, que los dedos toquen con la puntera y comprueba que puedes meter el dedo índice en la parte trasera de la bota, ya que ese es el margen que necesitas.
Posteriormente, cuando te las ates, el talón debe quedar bien encajado en la parte trasera de la bota, quedando suficiente margen en la puntera.
También debes comprobar que la parte superior se adapta bien a tu pie, y no queda ni demasiado holgada, ni tampoco te aprieta.
Elegir una horma demasiado estrecha o demasiado amplia para tu pie
Una cosa es la longitud de la bota, y otra muy distinta es la horma. Esta puede variar de según el modelo o fabricante de la bota de montaña. Lo mismo que hay pies más anchos que otros, ocurre lo mismo con la horma.
La horma es un molde que emplean los fabricantes de botas de montaña que reproduce la forma del pie humano. Lógicamente tratan de acercarse lo máximo posible a las medidas más frecuentes, aunque cada pie es distinto y es imposible diseñar una bota para cada persona de manera rentable.
Por más que aumentes un número, la horma puede seguir siendo estrecha. Cuando esto ocurre, los dedos pueden sufrir las consecuencias al no tener el espacio suficiente y la bota termina resultando muy incómoda.
Si ocurre el caso contrario, y la horma es muy ancha para tu pie, puede que no te sujete bien y te produzca inestabilidad y fricción.
Las hormas de las botas de senderismo varían en función de que sean para hombre y para mujer, y también en función del modelo y de la marca. Sólo probándolas vas a descubrir la que se adapta mejor a la forma de tu pie. Posteriormente, una vez que sepas qué tipo de horma tiene un a determinada marca, ya no tendrás problemas.
Dentro de un mismo fabricante, puedes encontrar diferentes tipos de hormas, ya que no todo el mundo tiene la misma forma de pie.
Comprar una bota demasiado rígida (o demasiado blanda)
Hay botas de montaña rígidas que están diseñadas para llevar crampones. Son muy prácticas para alpinismo, pero terminan siendo un auténtico suplicio para un día de senderismo. Son botas robustas, perfectas para las condiciones extremas de lluvia, frío o nieve, para llevar crampones, pero que no resultan cómodas para moverte en terrenos fáciles o de media montaña.
También hay botas demasiado blandas para actividades que no salgan de un paseo por el campo o para una jornada de senderismo suave. Usarlas en lugares pedregoso en pendientes de fuerte desnivel, puede resultar poco apropiado, además no aguantan el desgaste de la suela y no protegen bien la planta del pie en terrenos complicados.
Clasificación de las botas de montaña, trekking y senderismo
Por su rigidez, las botas se pueden clasificar en 3 tipos:
- Botas rígidas – para alta montaña, escalada en hielo. Permiten el uso de crampones
- Botas semi-rígidas – son polivalentes y se adaptan a una gran variedad de entornos y climas
- Botas blandas – Son las mejores para senderismo, el camino de santiago o para el verano o climas más benignos.
Elige la bota en función de la actividad
La mejor bota de montaña no es la más cara, es la que se adapta mejor al entorno (tipo de suelo, temperatura, lluvia) y en definitiva a la actividad que vas a realizar.
Para la alta montaña, al menos deberías llevar una bota semirrígida a la que se le puedan poner crampones en caso de que haya que andar sobre la nieve o hielo. En cambio, una bota muy rígida puede terminar por machacarte los pies si vas a transitar por senderos fáciles y pistas forestales o cortafuegos.
Si te sueles mover en ambos ambientes, no te va a quedar más remedio que tenes dos pares de botas, uno para cada situación.
Equivocarte al elegir la altura de la caña de la bota de montaña
En función del tipo de caña, las botas se podrían clasificar en 3 tipos.
- De caña alta – máxima protección para el tobillo, aunque más peso y menos transpiración
- De caña media – te ofrece suficiente protección en el tobillo y permite una buena transpiración
- De caña baja – máxima transpiración y comodidad a costa de una menor protección.
Elige la bota en función del terreno y de la dificultad de la actividad
En un terreno complicado, y después de varias horas de trekking, nunca viene mal una bota que te proteja los tobillos. Cuando las fuerzas flaquean, es muy fácil tener un despiste, pisar mal y terminar con un esguince que se podría haber evitado con una bota lo suficientemente alta.
En otras ocasiones, lo que debes priorizar es la ligereza, transpirabilidad y comodidad. Este es el caso de una ruta sencilla y con buen tiempo, donde es menos probable sufrir algún traspiés o torcedura, y lo que necesitas es ir lo más cómodo posible.
También influye la carga que llevemos en la mochila. Cuanto más peso lleves, más aconsejable es una bota de montaña que no sea baja ya que pierdes mucha estabilidad.
Y por último, debes valorar si eres propenso a sufrir esguinces, o si necesitas cuidar los tobillos por alguna lesión de la que aún no te has repuesto.
Bota de montaña muy pesada
El peso medio de una bota de montaña está alrededor de los 600-800 grs. por cada bota. Si se trata de una zapatilla de senderismo, puede ser de unos 300-400 grs. Puede parecer que el peso de una bota no es muy importante, sin embargo, después de recorrer un buen trecho con ellas, puedes empezar a sentir que no resultan ligeras.
En general, las botas de montaña son algo más pesadas que las de senderismo. Esto se debe a que están fabricadas para hacer frente a situaciones más severas de lluvia, nieve o frío y emplean materiales diferentes. Por ejemplo, las pieles tipo Nobuck son más gruesas y robustas, repelentes al agua, y resultan más pesadas que las pieles tipo serraje, más ligeros.
Obviamente la altura de la caña también influye en el peso de la bota.
Lo más recomendable es que la bota se adapte al tipo de actividad que vas a hacer.
- Senderismo o caminatas fáciles – tendrías suficiente con una zapatilla ligera de caña baja porque no vas a necesitar que la bota te proteja el tobillo
- Trekking avanzado y montañismo – necesitas una bota que te proteja el pie porque vas a tener que enfrentarte a un terreno más irregular y que no siempre discurre por caminos y dendas fáciles.
La bota no transpira lo suficiente
La traspiración es importante porque mantiene los pies secos. De lo contrario, las ampollas no tardarán en aparecer. Hay botas en las que se antepone la robustez y la impermeabilidad a la transpiración. Si las llevas puestas un día soleado, en una ruta exigente, debes saber que el pie puede llegar a producir 20 gramos de sudor por hora. De hecho, los pies tienen unas 250.000 glándulas sudoríparas.
El problema no es tanto el sudor, como el hecho de tenerlos húmedos porque es el lugar idóneo para que aparezcan hongos, además de mal olor.
¿Cómo saber si la bota es transpirable?
La transpiración va a depender de varios factores:
- El material de la bota – como siempre las materias primas naturales son más transpirables que los sintéticos, sobre todo cuando estos no acalaran nada en las características sobre su transpirabilidad
- Las botas impermeables transpiran menos – cuidado con las botas con membranas impermeables porque por regla general, también obstaculizan la salida del sudor en forma de vapor (hay excepciones, como verás a continuación).
- La caña alta es peor para evacuar el sudor – gran parte del sudor escapa por la zona que rodea al tobillo, algo que no suele ocurrir si la bota de montaña es muy alta. Por eso los modelos más altos en gama suelen tener ventilaciones en la caña para que la evacuación del sudor sea más fácil.
Hay personas que tienen un exceso de sudoración en los pies (hiperhidrosis), otras simplemente sudan bastante cuando se emplean a fondo en una actividad física. Todo esto se debe tener en cuanta, a la hora de elegir la bota de senderismo, ya que una bota poco transpirable puede ser un serio problema un día templado en el que hay que realizar una actividad física intensa.
La bota se cala
Hay botas de montaña perfectas para días soleados y terrenos secos que no valen para la lluvia o para meter accidentalmente el pie en un arroyo. A veces un mismo modelo de bota puede tener dos versiones: una impermeable (con Goretex, u otro tipo de membrana resistente al agua) y otras para tiempo seco o verano. A pesar de que suele venir bien especificado, siempre hay quien se llega a confundir.
¿Existen botas de senderismo impermeables?
Más que hablar de impermeabilidad, habría que hablar de resistencia al agua. La realidad es que después de una cierta cantidad de agua, la bota suele empezar a calar, aunque una buena bota de Goretex tienen bastante aguante, y no hay duda que marca grandes distancias frente a una bota normal sin membrana, que puede empezar a empaparse a las primeras de cambio.
Una bota resistente al agua te puede venir muy bien, no sólo cuando llueve, sino cuando tienes que andar por la nieve, una zona de vegetación mojada, o si hay que cruzar algún río.
¿Qué otros tipos de membranas resistentes al agua hay en las botas de montaña, además del Goretex?
- Sympatex – la emplean algunas marcas como Vaude. Es una mebran con patente alemana que también se emplea en chaquetas.
- OutDry : membrana perteneciente a Columbia.
- Dri-Tec : usada por la marca de calzado de montaña Hi-Tec
- Dry-Line : usada por Boreal.
- M Select Dry : usada por Merrell.
En general, este tipo de membranas alternativas, suelen ser una buena opción en cuanto a la relación calidad precio, aunque las mejores botas para condiciones de lluvia y agua son de Gore-tex.
En una bota impermeable, es muy importante la transpiración
No te dejes seducir porque la bota no cale. Es más importante el tema de la transpiración. En esta materia, destaca la tecnología empleada por Gore en sus botas impermeables y transpirable: goretex surround que permite la evacuación del sudor no sólo por la parte superior de la bota, sino por la suela.
La bota resbala fácilmente: la importancia de una buena suela
La suela de una bota es lo que los neumáticos a un coche. Es lo que te va a permitir un buen agarre, ya sea subiendo, bajando o andando por una media ladera. Una buena suela te permite el nivel de amortiguación que necesitas, y te evita daños en los pies cuando te mueves en una zona con piedras y aristas.
La suela, además de todo lo anterior, debe ser duradera, de lo contrario los tacos se pueden desgastar en muy poco tiempo y facilitar los resbalones. Por tanto, en la suela hay que fijarse en dos características:
- La dureza o resistencia a la abrasión – hay botas con suelas mucho más duraderas que otras
- La rigidez de la suela – la suela puede ser más o menos blanda
De la combinación de los anteriores, surgen diferentes tipos de suelas, para distintos tipos de actividades. Por ejemplo, una suela de una bota de verano, suele ser más flexible, aunque se suele desgastar con más facilidad, mientras en la suela de una bota de alpinismo, lo que se busca es la rigidez y la resistencia a la abrasión, por encima de la comodidad o flexibilidad.
¿Para qué sirven los tacos de una bota de montaña?
Si observas una suela por su parte inferior, verás que tiene distintos dibujos en el taqueado. Esto no es así por capricho. Cada zona tiene su función: agarre, frenada, … Hay tacos que sirven para tomar impulsos, mientras que otros tienen la misión contraria: frenarte cuando vas bajando.
En la suela hay zonas unos canales que ayudan a que la tierra o el barro no se queden pegados y hagan que la suela pierda adherencia.
Observando la suela te puedes hacer una idea sobre el agarre que puede tener la bota, aunque no tanto sobre la resistencia a la abrasión y al desgaste, salvo que elijas marcas muy contrastadas
¿Cuáles son las mejores suelas de botas de montaña?
Así como Goretex es la membrana resistente al agua líder, en suelas es Vibram quien ocupa el primer puesto. Las mejores marcas de botas de montaña llevan algún tipo de suela Vibram, fácilmente distinguible por su logotipo amarillo.
Dentro de la propia marca Vibram, hay infinidad de suelas, y no todas tienen las mismas características. Hay todo tipo de calzado con suela Vibran que va desde el urbano, pasando por el material laboral y siguiendo por la montaña y aire libre en sus diversas modalidades.
No todas las suelas Vibram son igual de resistentes a la abrasión ni igual de rígidas. Dependiendo de si la bota es de trekking, alpinismo o senderismo, vas a encontrar diferentes suelas Vibram. La suela, cuando es Vibram, va en consonancia con las características del resto de la bota o zapatilla de montaña.
Otras marcas de suelas
Salomon tiene su propia suela (Contagrip) y Columbia (Omni-Grip) con buenas prestaciones, aunque no suele ser frecuente en botas de alta montaña y menos para alpinismo, donde la suela Vibram se impone con claridad.
Otro tipos de suelas (no Vibram) son recomendables en la medida en que la actividad no sea extremadamente exigente. Puede que para senderismo haya alternativas a la suela Vibram, aunque a medida que aumenta la dificultad de la actividad o empeoran las condiciones, no suele haber mucha duda en cuanto a qué suela es la mejor para las botas.
La bota se rompe con facilidad ¿cómo distinguir una bota de calidad?
El precio de la bota de montaña te puede servir de punto de referencia, aunque al final te corresponde comprobar algunos puntos críticos de la bota. Hay que tener en cuenta que para ciertas personas (no soportan botas un poco rígidas), es mejor una bota más blanda, a costa de sacrificar algo en durabilidad y resistencia.
Las características que debe tener una bota de montaña para que sea duradera
A cada montañero o senderista se le puede romper la bota por un sitio distinto. Incluso siendo de la misma marca y modelo, el resultado final puede variar. Hay factores como el peso, la manera de pisar, o el cuidado que se tenga con la bota, que pueden influir en la vida útil del calzado de montaña. Sin embargo, hay algunos puntos críticos que debes tener en cuenta.
Las costuras de la bota de montaña
Lo ideal es que tenga el menor número de costuras posibles, y que las que tenga sean dobles, sobre todo en algunas zonas y en función del tipo de piezas que estén uniendo.
Hay botas de piel que están compuestas de una sola pieza (parte superior), lo que minimiza el número de costuras necesarias para unir las distintas partes que la componen. Esto lo vas a ver sobre todo en la parte trasera del talón.
La doble costura es fácil de observar.
Materiales del empeine y parte exterior
La parte superior de la bota puede ser de piel con distintos tipos de grosores y tratamientos que inciden en su durabilidad: serraje o nobuk, que a su vez se pueden complementar con tejidos y materiales muy resistentes como Kevlar® o Cordura®.
Lógicamente, la robustez de la bota va en linea con el tipo de actividad para la que ha sido fabricada. Tan malo es usar una bota con una piel muy gruesa para un paseo de senderismo, como aparecer en una cumbre nevada con una bota de verano de una piel mucho más fina.
Algunas botas tienen una bandoleta de goma que protege todo el perímetro de la bota en una de las zonas que más desgaste tiene. Se suelen incluir a partir de las botas de montaña o de las destinadas a un trekking avanzado.
Los refuerzos de la puntera
Si observas una buena bota de montaña, podrás comprobar que tiene una puntera muy reforzada. su principal función es protegerte los dedos del pie cuando impactas con una roca, aunque también le aporta una mayor consistencia a la bota y evita que se rompa por la parte delantera.
Los detalles de la bota
Hay otros pequeños detalles en la bota, como los ganchos, clips y arandelas que también deben ser resistente, ya que su función es importante para ajustar los cordones. Incluso los propios cordones son importantes y deben tener cierta resistencia a la abrasión.
El precio de la bota: lo barato sale caro
No hace falta gastarse 200 € en una bota de montaña, sobre todo si no vas a practicar un montañismo o trekking avanzado. Si te estás iniciando en el senderismo, o sólo sales a la montaña de manera esporádica, puede que no sea necesario una bota de gama media-alta.
Sin embargo, una bota de montaña en condiciones puede ser una buena inversión. No sólo por lo que ganas en salud (evitas torceduras y problemas en los pies), sino porque su vida útil es muy superior a la de una bota de montaña barata, y la inversión termina siendo rentable.
Hay botas que son una mala copia de las botas de marca. Salvo el diseño y la apariencia, poco más puedes esperar de ellas. A veces llegan a confundir al consumidor ya que calcan logos y diseños de las mejores marcas de bota de montaña.
Mi consejo es que compres una bota de senderismo o montaña de una marca reconocida. Hay marcas que fabrican botas de senderismo con muy buena relación calidad/precio.
¿Qué precio tiene una bota de senderismo o montaña?
A partir de unos 40 €, puedes encontrar zapatillas de senderismo de una calidad y acabados decentes. Si se trata de una bota para un trekking más avanzado, el importe mínimo es de unos 70-80 €, salvo que encuentres una oferta en algún outlet.
Una buena bota de montaña no baja de los 150 €.
Si la zapatilla o la bota de montaña tienen membrana de Goretex, el precio suele subir unos cuantos euros.
Marcas de botas de montaña con buena relación calidad precio
Merrel, Columbia, Hi-tec, Chiruca, CMP tienen botas con buena relación calidad precio. Algunos de sus modelos se encuentran entre los más vendidos en Amazon:
Bestard, Salewa, La Sportiva, Salomon,Tecnica, Asolo, Millet, Boreal o Scarpa son algunos de los fabricantes de botas de gama media y alta.
Hola, primero agradecerte tu tiempo con nosotros.
Este verano fuimos a Andorra para realizar diferentes rutas de alta montaña, en las bajadas complicadas notaba que mis dedos se apoyaban demasiado en la puntera, al finalizar el segundo día la mayoría de mis uñas estaban negras a excepción de mis dedos gordos, cosa muy extraña para mi, pues acostumbran a ser las primeras en ennegrecer. Tuvimos que suspender el resto de salidas, Pues no pintaba nada bien para mis pies.
He estado mirando botas desde entonces, después de leer tu artículo, pero en una tienda un vendedor me ha dejado con una duda. Yo probaba lo de colocar el dedo índice que tu comentas, pero él me recomendaba una talla más, para tener mayor espacio.
La verdad no se si creérmelo y que debería hacer, por tu experiencia, que te parece? tal vez alguna marca con 1/2 talla algo más grande me iria bien? Saludos.
Hola Almont,
Lo que te han indicado es cierto. Conviene dejar cierto espacio para que, en las bajadas los dedos no reciban un impacto continuado que provocará lo que me comentas.
Tampoco es bueno que la bota tenga demasiada holgura, pues tendrías el problema en la parte trasera del talón (rozaduras / ampollas), al subir.
Ten en cuenta el calcetín. Es también muy imprtante. A mi me ha ocurrido lo mismo que a ti, el día que me puese un calcetín más grueso. No quedó espacio y terminé con los dedos bastante doloridos.
Otra cosa que ocurre es que el pie se hincha. Un día vas con frío y no pasa nada. Otor día, hace más calor, y con la misma bota puedes tener problemas.
En resumen: el consejo que te han dado es muy acertado.
Un saludo